Fecha: 31 de Marzo de 2023
Edición: Marzo 2023 No. 34
Amalia Martínez · | Mujer | Visto 336 veces
¿Cuál es tu labor en el centro de investigaciones?
Mis actividades principales son la investigación científica, labor docente, actividades de divulgación y difusión. Formo parte del comité organizador Participación de la Mujer en la Ciencia en donde vamos a
celebrar la vigésima edición en este año. Participo en comisiones evaluadoras de proyectos nacionales e internacionales, así como en comisiones del Sistema Nacional de Investigadores. Desde el 2019 soy
consejera de los Capítulos estudiantiles de Óptica (OSA) y SPIE en el CIO.
¿Por qué decidiste estudiar algo relacionado con ciencia/tecnología?
Desde niña me gustaba ver el titileo de las estrellas, el movimiento relativo de las nubes al mecerme en un columpio, la focalización de la luz del sol usando canicas agüita, los colores del arco iris,
así como el movimiento complicado del trompo y del yoyo. En la primaria fui muy feliz cuando resolví los problemas de la primera división y la raíz cuadrada. En la preparatoria, algo fascinante fue la
observación de las células de la epidermis de la cebolla usando un microscopio. También ver las fórmulas químicas en el pizarrón y luego obtener los resultados en el laboratorio, me parecía todo mágico.
Como consecuencia de lo anterior, al terminar la preparatoria, convencida, decidí estudiar física y matemáticas, posteriormente la maestría y doctorado en óptica.
¿Recuerdas algún hecho puntual que haya marcado tu vida orientándola hacia el camino profesional de la ciencia y la tecnología?
Al terminar la licenciatura estuve trabajando en la impartición de clases durante dos años. Me di cuenta que la docencia no era suficiente y que necesitaba seguir preparándome para buscar nuevos horizontes y
seguir creciendo intelectualmente. Por otra parte, quería tener independencia familiar y entonces decidí estudiar el posgrado fuera de la ciudad de residencia.
¿Encontraste dificultades en tus años de estudio, si es así, de qué tipo?
Uno corresponde al estereotipo de género, no era común en mi familia que una mujer estudiara una licenciatura y menos un posgrado. Lo más fuerte fue cuando deje el hogar de mis padres para estudiar una
maestría. Lo común era que cuando uno sale de su casa es para el matrimonio, un pensamiento muy generalizado en la sociedad durante los años 80 y muy arraigado en mi familia. Cuando estaba trabajando para
mi doctorado, además del trabajo académico, era madre de dos niñas pequeñas. Sentí que no iba a lograrlo y estaba preocupada por el tiempo que tenía para obtener mi título. Entonces pensé, “esto es un camino
cuesta arriba donde estoy cargando una mochila con peso extra; es lógico que no llegue al final en el mismo tiempo que otros estudiantes que no llevan la misma carga”. Aunque me tomó un año más obtener mi
doctorado, lo acepté, porque creo que cada uno de nosotros pasa por diferentes circunstancias y eso hace que sea difícil alcanzar las mismas metas al mismo tiempo. Tenemos que ser comprensivos con nosotros
mismos, así como con los demás.
¿Qué le dirías a todas las niñas y chicas que les interesa la ciencia o la tecnología como carrera profesional?
Buscar y esforzarse siempre por la superación académica, no importa si eres mujer. Tampoco importa el área científica que te agrade. Si uno hace el esfuerzo y si se es constante, una se puede desarrollar en
cualquier carrera profesional. En una entrevista a la Dra. Rita Levi-Montalcini (Premio Nobel de Fisiología-1986) se le preguntó: ¿Existen diferencias entre el cerebro del hombre y el de la mujer? Ella
contestó: “Sólo en las funciones cerebrales relacionadas con las emociones, vinculadas al sistema endocrino. Pero en cuanto a las funciones cognitivas, no hay diferencia alguna.”