PRINCESA ENHEDUANNA

SACERDOTISA, ASTRÓNOMA Y LA PRIMERA AUTORA DE LA HISTORIA EN FIRMAR SU OBRA

Fecha: 30 de Septiembre de 2022

Marija Strojnik · | Recuadros de divulgación | Visto 1329 veces

Cuando hablamos de los antiguos astrónomos, pensamos en Ptolomeo, el astrónomo griego quien desarrolló un modelo de un sistema solar centrado en la Tierra, e Hipatia, enseñó Filosofía y Astronomía en Alejandría, Egipto. Pero ¿qué hay de las civilizaciones anteriores al surgimiento de la Antigua Grecia? La primera forma de escritura apareció en Mesopotamia alrededor del año 3400 a. C., cuando se hicieron marcas en tablillas de arcilla en una escritura conocida como cuneiforme.


Figura 1. Enheduanna escrito en escritura cuneiforme. Notamos que un símbolo denota una sílaba.


La Figura 1 ilustra el título y el nombre de nuestra heroína en escritura cuneiforme. Además, se utilizó un sistema de numeración basado en sesenta. En la actualidad, todavía medimos el tiempo usando un sistema sexagesimal, nuestra hora tiene 60 minutos y cada uno de ellos se divide a su vez en 60 segundos.

En la antigüedad, las observaciones astronómicas fueron de suma importancia porque permitían conocer el momento en que se debían sembrar los cultivos para aprovechar las inundaciones de los ríos Tigris y Éufrates en primavera. Los antiguos sumerios, quienes estudiaron el comportamiento de la Luna, prepararon los primeros calendarios. Estos se usaron más tarde para especificar las fechas de la Pascua Judía. Mucha gente también cree que los tres reyes magos de Oriente eran astrónomos provenientes de Mesopotamia.

Mesopotamia incluso nos dio la primera obra de ficción, El Poema Épico Gilgamesh, el cual fue creado alrededor del 2150 a.C. El primer autor de la historia identificado por su nombre es Enheduanna, quien vivió en el siglo 23 a.C. en la antigua Mesopotamia. Sargón el Grande, quien unificó Mesopotamia, instaló a su propia hija como suma sacerdotisa de la deidad lunar en su templo en Ur (actualmente en el sur de Irak). La naturaleza celestial de su ocupación se refleja en su nombre, que significa “Ornamento del Cielo” (Hedu´anna). “En” es el título de su liderazgo eclesiástico, ver la Figura 2.


Mesopotamia, World history encyclopedia, 2020


Ella compuso creaciones literarias cómo parte de sus deberes en el templo. Su ciclo de himnos del templo concluye con una afirmación de la originalidad de la obra y su autoría.

Figura 2. Disco de Enheduanna que representa a la sacerdotisa en el trabajo (fragmento)


La compiladora de las tablillas fue En-hedu-ana. Mi rey, se ha creado algo que nadie ha creado antes.

Como sacerdotisa, observó los cielos para determinar los deseos de las deidades. Como astrónoma, midió las fases lunares, los meses lunares y el tiempo para brindar conocimiento a la sociedad civil.

En los aposentos privados secretos de la sacerdotisa Ese santuario principesco de orden cósmico Ellos siguen los pasos de la Luna.

Su astronomía observacional le permitió notar el paso del tiempo, al realizar un seguimiento de la cara cambiante de la Luna. Aconsejó a los agricultores sobre cuándo era el momento óptimo para plantar en primavera. Algunas líneas autobiográficas en sus poemas describen sus actividades como astrónoma.

La mujer verdadera que posee un conocimiento superior, Ella consulta la Tablilla que es el cielo azul, Ella da consejos a todas las tierras… Ella mide los cielos, Ella coloca las cuerdas de medir en la Tierra.

Al consultar los cielos azules, adquirió la sabiduría para aconsejar a los ciudadanos cuándo sembrar, convirtiendo a Mesopotamia en un rico imperio agrícola. La ciencia, aunque hecha por los sacerdotes (en este caso una sacerdotisa) resultaba de mucha utilidad para la ciudadanía.

Es necesario que, siempre que sea posible, destaquemos la importancia de personas tan notables como Enheduanna, en los diversos campos del conocimiento, porque es un recordatorio de la presencia histórica de las mujeres en el arte y la ciencia.