Erick Ulises Flores López

En memoria del siempre amigo y entregado divulgador

Fecha: 30 de Junio de 2021

Edición: Junio 2021 No. 27

En las instituciones con gran número de personal, es complicado conocer personalmente a cada trabajador que forma parte. En ocasiones nos encontramos en los pasillos con personas a las que desconocemos su labor o incluso su nombre, pero los identificamos porque habitan o laboran en la institución a la que pertenecemos. En ocasiones se nos olvida una cuestión innegable: cada uno de ellos aporta algo particular que enriquece la diversidad y potencial de la institución para su crecimiento.

Es el caso de nuestro compañero Erick Ulises Flores López (León, Guanajuato, México; 29 de octubre de 1995-Ibidem; 11 de junio de 2021), con tan sólo 17 años de edad ingresó al CIO en el año 2012, al igual que un servidor, desempeñando una jornada laboral de medio tiempo en la coordinación de Divulgación, con el objetivo de apoyar en las actividades de apropiación de la ciencia, donde encontró su vocación a temprana edad. En aquel año, el CIO preparaba la exposición “3D” para la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología de CONACYT. En la inauguración, con diversos grupos escolares esperando a ser atendidos impacientemente; sin miedo ni titubeos, Erick ofreció apoyo para atender a los estudiantes a través de las demostraciones, a pesar de su poca experiencia en aquel momento, se mostró decidido y dispuesto a transmitir la ciencia, mostrando un talento innato para hablar con el público, sorprendiendo a sus compañeros de trabajo, entre los que me incluyo; con su dicción fluida y relajada desdoblando conceptos científicos relacionados con la visión estereoscópica y manteniendo la atención de los jóvenes visitantes. Un momento clave para decidir su afición por el CIO y su compromiso para socializar el conocimiento científico.

De pocas palabras para socializar y con una seriedad total en su rostro para hablar, que resultaba hasta cómico, siempre se mostró muy diferente a lo habitual cuando de su vocación se trataba. De tacto sutil pero profundo para compartir la ciencia con los más jóvenes, resultaba hipnóticamente agradable escucharlo hablar con una propiedad innata, pero a su vez, lograba explicar conceptos complejos con analogías o frases fluidas que resultaban gratificantes para su público.

Siempre estaba al tanto de lo requerido y procuraba anteponerse a las dificultades presentadas para coordinar actividades enfocadas en la divulgación de la ciencia. Preocupado por la atención a los más jóvenes y necesitados, decidido a reforzar la educación científica del país desde su labor diaria, atendiendo con calma y dedicación cada pregunta de cada niña, niño y joven que atendió en su corta pero productiva vida.

Su labor será recordada no sólo dentro del CIO, sino también por las instituciones con las que trabajó cercanamente como la Dirección de Educación Municipal de León, que durante la pandemia mantuvo una estrecha colaboración con el profesional supervisor, Sergio Luna Hernández:

“Siempre fue muy atento y profesional con nosotros, así como con los niños que atendió en los talleres de ciencia, de los cuales fueron los mejores recibidos de nuestro programa de actividades para las escuelas; también su invaluable apoyo para llevar a cabo nuestro concurso de dibujo “Yo amo León”, mostrando disposición en todo momento para la revisión y selección de trabajos, por todo esto, en aquel momento decidimos emitir una carta de agradecimiento a la dirección del CIO para mostrar nuestra admiración por el apoyo brindado durante la pandemia a través del compañero Erick, triste saber que un día después de entregar la carta, una mala noticia nos esperaba. Siempre nos hará falta su apoyo invaluable, gracias por todo Erick”.

Gracias a dicha colaboración fue posible la organización y logística con diversas escuelas para acercar la ciencia a distancia mediante talleres de divulgación diseñados con materiales de fácil acceso, ya que Erick investigaba y comprendía la difícil situación de los niños en el confinamiento ocasionado por el evento histórico que significó la pandemia en todo el mundo.

Padres de familia, que lo conocían por las diversas actividades que realizó para la creación de vocaciones científicas, como la Sra. Lumela Aguado que lo recuerda con admiración: “Era una excelente persona y aprendimos mucho de lo que transmitía con tanto gusto sobre sus conocimientos en cada actividad, mis hijos lo recuerdan con mucho cariño”

Será recordado por compañeros internos como la Lic. Lissette Cisneros del área de Recursos Humanos, al conocerlo por varios años, remarca el entusiasmo desinteresado y vocación de Erick, a quien me permito citar: “...todos lo veíamos regularmente, aunque sabíamos que no estaba contratado, seguía colaborando en las actividades de Divulgación y durante mucho tiempo vino al CIO por amor al Arte.”

La Dra. Cristina Solano lo recuerda emotivamente: “Sus principales características fueron su alegría, su interés por hacer las cosas cada vez mejor y su disponibilidad para hacer todo lo que se le solicitaba. Su trabajo se evaluaba fácilmente por la respuesta positiva de los niños que atendía. Gracias por todo, querido Erick. Te extrañamos mucho.”

Sus padres, el Sr. Sigfrido Flores y la Sra. Francisca López, así como toda su familia, siempre estuvieron orgullosos de su labor, pero aún más de pertenecer a tan importante institución, en palabras de ellos:

“Siempre estaremos agradecidos con el CIO porque sabemos lo importante que era para nuestro hijo ser miembro oficial de la institución; no hay palabras para agradecerle a los directivos, compañeros y todos aquellos que le dieron una oportunidad y, a su vez, el apoyo brindado para compartir la ciencia con los más jóvenes.”

Era tal el agradecimiento de sus padres hacia el CIO que estas palabras fueron reflejadas al decidir que el compañero Erick portará la camisa institucional como muestra de orgullo y agradecimiento en el acto de su última despedida.

Para un servidor, Erick era más que un compañero de trabajo, era un amigo de años que tuve la fortuna de conocer en el CIO, una amistad forjada por el gusto de compartir la ciencia, un hermano siempre leal y dispuesto a comunicar y diseñar nuevas formas de acercamiento al conocimiento científico. Su labor siempre estará presente en todas mis acciones, en todos los proyectos planeados que desafortunadamente no podremos continuar, pero serán terminados para honrar su memoria y dedicación. Más que una pérdida, será una potente inspiración para comunicar la ciencia y tecnología en beneficio de la sociedad.

Siempre estará en mi memoria todos los sitios, instituciones y estudiantes que conocimos a través de nueve años de trabajo, siempre con el firme deseo de dar a conocer y representar el nombre del CIO en lo más alto.

A pesar de todo, cualquier palabra resulta corta para recordar de la forma más pura y digna a nuestro compañero Erick, ya sea por su esencia humana o su ímpetu por la divulgación desde corta edad; una pérdida que siempre será recordada por su entrega total a la institución. Sin duda, será fuente de inspiración para todos los que continuamos representando a nuestra amada institución.

A ti hermano, que entraste en la quietud eterna, recuesta tu conciencia en el silencio, elévate en nuestros pensamientos y permítenos conmemorarte por tu impecable entrega.